Tuesday, March 13, 2012


  • Lumpias, anyone?

Comencemos hablando de comida china.

Desde antes de la explosión del Imperio Amarillo ("Rojo desteñido, o metamorfoseado"? puede ser..) como fábrica del mundo, manufacturando desde souvenirs de plástico que van por unos centavos hasta mega-máquinas que van por bastantes millones, ya sabíamos de los chinos y su proverbial tesón y meticulosidad - de allí viene eso de  "Trabajar como chino", que lleva a pensar que lo chino es BBB: bonito, bueno, y barato.  Para muestra un botón: la Comida China: no sólo Triple-B, sino también rápida! Win-Win-Win-Win, como diría un gringo...

En mis tiempos de infancia la comida china que conocía en Caracas era Cantonesa, y no era comida seria si no comenzaba con unas buenas Lumpias - luego vendría el Arroz Frito, Cochino Agridulce, Chop Suey, Lo Mein, Chow Fan, y pare usted de contar... 

Más adelante, cuando caí exilado en Nueva York, ciudad de acero, a terminar mis estudios universitarios - no me quejo, o al menos no me quejaba entonces - reanudé la contadera; y pasé de un paso logarítmico a otro exponencial, como la sociedad donde había aterrizado de paracaidista - comenzando con la favorita Hot & Sour Soup. Porque en EEUU la comida china predominante no es la Cantonesa, sino otras más interesantes como la Szechuan y Hunan, abriéndonos repentinamente a la cornucopia culinaria del lejano oriente. Ventaja colateral de este descubrimiento: el "embedded" picante  (los cantoneses son muy "bland"!).

Esa gente no come mal, por suerte, porque de ellos es el futuro; bueno, también, y cada vez más, el presente! 

Espero que ganen la guerra contra McDonald's & Co. 

Pero, de tout façons - para decirlo en française que suena más fancy que simplemente De todas maneras rosas - Comida China en mi mente está por siempre asociada a La Lumpia y esos restaurantes cantoneses de los cuales el que más me viene a la mente es El Palmar en Bello Monte, aunque ya no es y quizás nunca fue "meramente cantonés" - pero qué va a saber un chamito loco por lumpias, arroz chino, chop suey, y cochino agridulce?

Me pregunto si la palabra Lumpia tiene alguna relación etimológica con esta otra, que nos ocupará a partir de este momento: Lumpen... (Google That!)

 Lumpen-proletariado: "masas pobres fuera del aparato de la producción"
 Lumpen-burguesía: "ricos igualmente fuera del aparato productivo".
Suena como una buena definición de Venezuela, gracias en gran parte a lo que al menos uno de los "Profetas del Desastre", Juan Pablo Pérez Alfonso, fundador intelectual de la OPEP, llamó El excremento del diablo...


En fin, en Venezuela se trata de salir del lumpenpaís y pasar no al "capitalismo salvaje" del neoliberalismo globalizante, sino a otra cosa, algo nuevo, algo distinto, algo mejor, más democrático, más justo. Llámalo como quieras. Ahora bien, se están explorando nuevas sendas en el territorio sociopolítico, abriendo nuevas trochas con todo lo que ello implica - es decir, arrollando lo que se encuentra al paso, a veces sin siquiera tener idea de las consecuencias, disparando tiros al aire a la manera de las películas mexicanas de Pancho Villa. Y, como en la época de la Revolución Mexicana había su himno, Carabina 30 30, me pregunto cuál será el de la Venezolana, con sus Kalshnikov AK-47 "nuevecitas de paquete", al decir de los cubanos, y "endógenas", al de los venezolanos bolivarianos... Espero que sea ésta, en vez: Hay fuego en el 23 - otro tipo de guerra, fuego interno, la autoafirmación de Los Ppoderes Creadores del Pueblo contra el capitalismo, el narcolumpen, el clasismo, el racismo, endoracismo, malinchismo, y tantos otros ismos contra los cuales tenemos que luchar como individuos en sociedad todos los días - ya nos dijo Monsieur Michel Foucault que la política es la guerra por otros medios. Y sí, Hay fuego en el 23, y es del bueno, del pueblo organizado, ardiendo, caliente, Acción Directa, Autogestión. Prendamos dos velas de ese fuego en honor de las víctimas más recientes del Lumpen-Narco en el 23 de Enero - esta va para ustedes, muchachos valientes que murieron al pie del cañón, abriendo trochas hacia el futuro: Candela Pura...


Será ese el significado del término acuñado en el 2005, que escuché por primera vez en el discurso de orden en la Asamblea Venezolana con motivo de la celebración del día de la independencia - 5 de Julio, dado por el general retirado Alberto Müller Rojas: Socialismo del siglo XXI?


Hay una ventaja que es la vez peligro en todo esto: precisamente es el lumpen el más propicio a alzarse, y el más resistente a encasillamiento en cualquier tipo de organización. Es el lumpen el que en general está alzao en Venezuela, de bando y bando: ya sea incorporándose al "proceso" (por ejemplo, "milicianos en moto usando tiros de escopeta como método de Comunicación con camaradas de cuadrilla), o a la "violencia desorganizada" que produce tanto crimen aleatorio en "tú, país", o a la "prensa mediática reino de la desinformación" de la ultraderecha que domina el discurso de la oposición.


La ventaja es que no hay patrones pre-determinados, ni recetas en todo esto: es el reino de la imaginación y creatividad colectivas. El peligro es volver a la violencia generalizada del siglo XIX - buena referencia a lo que implicaría esta Regresión la he encontrado en estos dos textos - más bien colecciones de ensayos merodeando lo histórico - que leí más o menos recientemente: Ni Dios Ni Federación: Crítica de la historia política, del excelente historiador venezolano Manuel Caballero, y Un Camino en el Mundo, del escritor trinitario, Premio Nobel de Literatura 2001, Sir Vidiadhar Surajprasad "V. S." Naipaul


Finalmente, y para no perder la costumbre de la disgresión, yéndome por la tan querida tangente luego de raspar la pepa, amo los taxistas del Puerto de Santa María del Buen Ayre - uno de ellos se quejaba y burlaba a la vez del "crimen desorganizado" reinante en la República Argentina, contraponiéndolo al "crimen organizado" de la "Cosa Nostra", en general, y del PCC de São Paulo y Rio de Janeiro, en particular .. PCC: "Primeiro Comando da Capital" - ¡definitivamente un lingo político-militar, osea, el Lumpen Organizado!
¡Amo el arte de burlarse de sí mismos de los argentinos en su patria!

Tuesday, January 31, 2012

Back in business

We're late already, so it's a good start. Let's say "fashionably late" instead, and you know what I mean..

I started 2012 with no particular resolution for the new year, but with an amazing energy, probably due to the southern hemisphere summer spent in Chile in a big family reunion - 34 people in all. Chile is my true Moldau- Motherland: I'm a Chilean citizen on account of my mother being Chilean.

So one day in January, the same month that ends today, it occurred to me: I'm going to be more disciplined and orderly in writing every day, somewhere - that somewhere would be a decanter, then periodic distillations will occur, and the result will be published here. So, let's weave this fine web of Palabras (Microsucks puteó el término en inglés, Word - thanks for nothing, Mista Billy Gates Gruff!)

It's never late - Simón Díaz reminds us of that in Caballo Viejo, so here I pay my respects to the great Venezuelan artist, a true inspiration to humanity, who has lived a beautiful and prolific life, notwithstanding his status of Celebrity. In this cover, it is interpreted by one of the legends of the music from La Gran Colombia - Los Corraleros del Majagual
This theme of never being late (until we are, which happens, like that famous four-letter word, and the fan starts spreading solid waste all over the room) is very popular. A rendition particularly close to my pectore is No me digas que es muy tarde ya, from Ismael Miranda.

I'm a dilettante of the genre of Street Philosophy - thanks go to Manuel de Landa for coining that term.

So, Abran Paso seems appropriate as the theme song of this post, after paying my respects to what shaped me during those initial years so important to the rest of our lives: it mixes Street Philosophy with Street Music, thanks to El Judío Maravilloso

Saturday, June 19, 2010

Vivir para contarla - por cuentagotas!

Leo las memorias del Gabo, el único, el inimitable: poeta del Caribe, cantor de la vida llana, patrimonio inconmesurable de la humanidad, monstruo vallenático. Pero lo hago a cuentagotas, moviéndome frágil y cuidadoso como camaleón, encandilado ante esta explosión de imágenes que nos penetran y evocan aún más, mezclándose con las nuestras en una vorágine indetenible; con reticencia de iguana, que es difícil no ahogarse en este mar de ternura milenaria como sólo puede irradiar el pueblo llano; leo lenta y cuidadosamente, releo, me detengo aquí y allá en cada piedrita, mineralogista del espíritu; en fin, asumo esta amorosa tarea con la pasión fatalista del adicto, intoxicándome tanto de nostalgia ajena que apenas me da para consumir hasta casi un párrafo a la vez

Saturday, May 15, 2010

Informática y Telemedicina - Sueños del Sur - proyectos aletrnativos

La integración de tecnologías informáticas y de telemedicina en la red de salud pública de un país ofrece la oportunidad de aumentar exponencialmente los beneficios de inversiones sociales en infraestructura y educación para la prestación de servicios médicos a la población. Este grupo de trabajo está concebido como un motor de iniciativas en el área, con participación de la comunidad académica especializada en el ramo, así como especialistas y proveedores nacionales e internacionales. El objetivo principal del Grupo de Trabajo de Informática y Telemedicina es la creación de una infraestructura nacional de desarrollo y prestación de servicios de Telemedicina, en el contexto de una plataforma Informática nacional de apoyo a los servicios de salud.

La mar de los ríos. Sueños del Sur - Proyectos alternativos

Nuestra vida son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir – escribió con dolor, enlutado, el poeta medieval Jorge Manrique; siglos más tarde, los naturalistas europeos Alexander Von Humboldt y Aimée Bonpland promovieron al río Casiquiare – lazo que une las cuencas de los principales ríos de América del Sur: Orinoco y Amazonas – de mito a realidad, al navegarlo en una de sus expediciones por la zona tórrida del Amazonas venezolano a principios del siglo XIX. Siguiendo los mismos horizontes, con este proyecto nos proponemos remontar las cabeceras de las culturas regionales de Nuestra América – la de José Martí que no es más que la de nosotros mismos – hasta sus orígenes transmutados en fiestas patronales y otros eventos culturales de los pueblos que salpican nuestras vastas geografías, para identificar conexiones mutuas – Casiquiares culturales – y luego navegar ríos abajo hasta la mar que es el morir de esa pureza cultural víctima de la teratología de las migraciones – urbanismo, transculturación, asimilación, desencuentro, alienación; pero también, como el mítico ave Fénix, ese mismo mar de la modernidad que recoge y combina culturas enteras en su seno es fuente de renacimiento por transfiguración y sincretismo cultural de nuevas formas creativas y de identidad cultural.
Este proyecto contempla entonces la coordinación de un programa masivo y a largo plazo de recopilación etnográfica continental – en audio, video, y medios impresos – por parte de un núcleo interdisciplinario y con la ayuda de participantes voluntarios y del mundo estudiantil. El material etnográfico, una vez archivado y clasificado de acuerdo a su origen, serviría de fuente de múltiples producciones en estudio arrojando cortos – de 5 minutos o 5 páginas, por así decirlo – para radio, televisión, cine, y medios impresos, incluyendo memorias fotográficas. Este material cultural podría luego ser distribuido por los medios de comunicación privados, gubernamentales, internacionales y alternativos, además de hacerse disponible en formatos corrientes de la Internet, pues no va siendo esta última cada vez más condición necesaria mas no suficiente para probar que nuestra vida son los ríos que van a parar a la mar, que es el morir?

Viernes 23 de Abril del 2010, 3:55PM

Llego a Venezuela, tierra bendita del sol amada, por la mar Caribe
bañada, herida de amor por la penetrante y gorda saeta del gordito
querubín llamado Orinoco.
Por aquí se nota que ha pasado Dios, dejando en su estela cual cometa
celeste que indudablemente sería de existir, a los hombres del paese
en un casi incurable estado de sofoco, vagando a la deriva, sin rumbo,
encandilados por el astro rey, don sol, ahogados por la madre mar,
Caribe, e irremediablemente enamorados de su inmenso río que, como
todo buen río, es inmutable, caprichoso, camaleónico, y,
principalmente, fascinado no con estos comunes, patéticos mortales
lugareños, sino con su madre Amazonia y su padre Andes lo que andes
ándate por los Andes, caminante, pero como buen yerbero regresa a tu
selva buscando la fuente y el sustento de la vida, agua, sol, y la
flora y fauna de la mata tropical de esta tierra madre y padre
abuelito y serafin, de donde te fuiste tan joven pero te quedaste aún
más adentro de lo que imaginabas: zona tórrida como tu temperamento!

Saudades Up in the Air

En mi última visita a Venezuela, el "Fatty" me recordó los días de mi
niñez, cuando era feliz, indocumentado, rey y señor del cariño de toda
la familia, excepto a veces del chico malo irónicamente apodado "el
Chumita"!:)

Antes de la inundación, como decían en Tucupita cuando fui a esa
tierra fluvial de caños y waraos con un amigo de la UCV: es decir,
antes de que llegaran "las niñitas" - esas fastidiositas sifrinitas
MaterSalvatoritas bebedorcitas de teteritos hasta casi la pubertad.

Te acordás Vatticito, qué tiempos aquellos, eran otros los hombres,
sobre todo los niños, cuando comía desayuno por triplicado: con la
hermandad antes de irse a la Humboldtschule, contigo antes de salir al
trabajo, con Mutti antes de comenzar su día, o algo así, you get the
drift. Sólo que hoy a las cuatro de la mañana en el vuelo São Paulo -
Miami; luego en el aeropuerto de tabaratolandia, quiet comfort del
American Airlines Flagship Lounge for International Executive Platinúm
travelers, cuatro de cada cosa: shots de café cubano y garafinhas de
Perrier, acompañaditos de un delicioso pastelito de guayaba y queso -
qué sería de Miami sin sus cubanitos de la diáspora? Cultural
wasteland, that is for sure! Finalmente, up in the air again, en route
de Miami a DFW, sobrevolando las wastewaters de un Golfo de Mexico
herido de muerte por el cóctel fatal de codicia humana y prepotente y
triunfalista ciencia occidental, molotov capitalista contra la
humanidad, un cheese omelette y lame fruit, es decir, sans fruta bomba
que la explosión ocurrió allá abajo, en el fondo del mar, entrañas de
Poseidón, entre los 18 y 25 mil pies de profundidad, y el virus
destructor pica y se extiende sin consideración alguna de estos
patéticos humanos, demasiado humanos, vendiendo el alma por cuatro
lochas, entregando a Miranda al pudridero de La Carraca para salvar el
pellejo, apuntando el dedo al Cristo por cinco denarios. Fariseos,
ladrones encapuchados, robagallinas, alpargatudos de espíritu, no se
dan cuenta que el buen pastor da la vida por sus ovejas, y siempre
entra por la puerta principal!

Listo para una siesta del desayuno que espero se prolongue hasta bien
entrada la tarde!

Thursday, September 15, 2005

Lo vernacular en arquitectura

Algo aquí sobre arquitectura y construcción alternativa
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HASSAN FATHY (1900-1989) Biographical Note


HASSAN FATHY, the Egyptian architect and poet, environmentalist and planner, died at his house in Cairo on November 30th, 1989. His book Construire avec le peuple, 1972 (To Build With The People), published in 1973 as Architecture For The Poor, title given by University of Chicago Press, triggered a world following. It revealed in poignant prose, in philosophical terms and pecuniary detail how he focussed his experience and vision on championing the human right to decent housing for all. Fathy's commitment was to his "ideal clients: the economic untouchables," who live outside the cash economy and to "the billions throughout the world condemned to a premature death for lack of adequate shelter."

Hassan Fathy is best known for devising and promoting in arid areas the social organization of public housing built cooperatively by the owner-dwellers, with the guidance of the architect and under the supervision of craftspeople, using local -- preferably free -- materials such as earth, reed, straw or stone. One third of the planet's population lives in earthen structures.

Fathy's oeuvre is that of a modern architect schooled in European curricula who took advantage of desert architecture in harmonious and climatically beneficial ways. By incorporating into his designs traditional vernacular devices and proven methods for cooling structures, by harnessing natural energy, he practiced and taught appropriate technology in a world careening headlong toward wasteful, toxic high energy use.

Working on behalf of his clients within strict economic limitations, he re-introduced environmentally sound techniques such as windcatches, cooling towers, the mushrabiya window screen, interior fountains and the ventilating attributes and air-conditioning principles of the courtyard into his designs of schools, houses and entire villages. Fathy also revived a lost method of roofing adobe buildings with domes and Nubian vaults crafted by hand out of sundried bricks smaller in size than wall adobe bricks.

All these elements offered solidity, beauty, cultural and spiritual harmony costing far less than conventional structures of concrete, corrugated steel and other industrial materials which require mechanical temperature controls.

Simone Swan, New York 1990

Wednesday, September 14, 2005

Sigamos con Jean Baudrillard - of course!
Citas varias
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"in terms of power we are all suffering from AIDS, all living in a society threatened by the loss of its antibodies (its reserves of social and political energy)."

"Information can tell us everything. It has all the answers. But they are answers to questions we have not asked, and which doubtless don't even arise,"

"It makes perfect sense to me that the great masses, very snobbishly, delegate to the class of intellectuals, of politicians, this business of managing, of choosing, of knowing what one wants. They are joyously dumping all those burdensome categories that no one, deep down inside, really wants any part of"

"May '68 is an event which it has been impossible to rationalize or exploit, from which nothing has been concluded. It remains indecipherable. It was the forerunner of nothing"

"We are living in a society of excrescence, meaning that which incessantly develops without being measurable against its own objectives"

Las Sociedades de Control

Comencemos entonces con este texto, que encontré por casualidad en un sitio argentino donde publican electrónicamente libros y demás.
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Gilles Deleuze: “Posdata sobre las sociedades de control”,

en Christian Ferrer (Comp.) El lenguaje literario, Tº 2, Ed. Nordan, Montevideo, 1991.

I. Historia

Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX; estas sociedades alcanzan su apogeo a principios del XX, y proceden a la organización de los grandes espacios de encierro. El individuo no deja de pasar de un espacio cerrado a otro, cada uno con sus leyes: primero la familia, después la escuela (“acá ya no estás en tu casa”), después el cuartel (“acá ya no estás en la escuela”), después la fábrica, de tanto en tanto el hospital, y eventualmente la prisión, que es el lugar de encierro por excelencia. Es la prisión la que sirve de modelo analógico: la heroína de Europa 51 puede exclamar, cuando ve a unos obreros: “me pareció ver a unos condenados...”. Foucault analizó muy bien el proyecto ideal de los lugares de encierro, particularmente visible en la fábrica: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva cuyo efecto debe ser superior a la suma de las fuerzas elementales. Pero lo que Foucault también sabía era la brevedad del modelo: sucedía a las sociedades de soberanía, cuyo objetivo y funciones eran muy otros (recaudar más que organizar la producción, decidir la muerte más que administrar la vida); la transición se hizo progresivamente, y Napoleón parecía operar la gran conversión de una sociedad a otra. Pero las disciplinas a su vez sufrirían una crisis, en beneficio de nuevas fuerzas que se irían instalando lentamente, y que se precipitarían tras la segunda guerra mundial: las sociedades disciplinarias eran lo que ya no éramos, lo que dejábamos de ser.

Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital, fábrica, escuela, familia. La familia es un “interior” en crisis como todos los interiores, escolares, profesionales, etc. Los ministros competentes no han dejado de anunciar reformas supuestamente necesarias. Reformar la escuela, reformar la industria, el hospital, el ejército, la prisión: pero todos saben que estas instituciones están terminadas, a más o menos corto plazo. Sólo se trata de administrar su agonía y de ocupar a la gente hasta la instalación de las nuevas fuerzas que están golpeando la puerta. Son las sociedades de control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias.

“Control” es el nombre que Burroughs propone para designar al nuevo monstruo, y que Foucault reconocía como nuestro futuro próximo. Paul Virilio no deja de analizar las formas ultrarrápidas de control al aire libre, que reemplazan a las viejas disciplinas que operan en la duración de un sistema cerrado. No se trata de invocar las producciones farmacéuticas extraordinarias, las formaciones nucleares, las manipulaciones genéticas, aunque estén destinadas a intervenir en el nuevo proceso. No se trata de preguntar cuál régimen es más duro, o más tolerable, ya que en cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. Por ejemplo, en la crisis del hospital como lugar de encierro, la sectorización, los hospitales de día, la atención a domicilio pudieron marcar al principio nuevas libertades, pero participan también de mecanismos de control que rivalizan con los más duros encierros. No se trata de temer o de esperar, sino de buscar nuevas armas.

II. Lógica

Los diferentes internados o espacios de encierro por los cuales pasa el individuo son variables independientes: se supone que uno empieza desde cero cada vez, y el lenguaje común de todos esos lugares existe, pero es analógico. Mientras que los diferentes aparatos de control son variaciones inseparables, que forman un sistema de geometría variable cuyo lenguaje es numérico (lo cual no necesariamente significa binario). Los encierros son moldes, módulos distintos, pero los controles son modulaciones, como un molde autodeformante que cambiaría continuamente, de un momento al otro, o como un tamiz cuya malla cambiaría de un punto al otro. Esto se ve bien en la cuestión de los salarios: la fábrica era un cuerpo que llevaba a sus fuerzas interiores a un punto de equilibrio: lo más alto posible para la producción, lo más bajo posible para los salarios; pero, en una sociedad de control, la empresa ha reemplazado a la fábrica, y la empresa es un alma, un gas. Sin duda la fábrica ya conocía el sistema de primas, pero la empresa se esfuerza más profundamente por imponer una modulación de cada salario, en estados de perpetua metastabilidad que pasan por desafíos, concursos y coloquios extremadamente cómicos. Si los juegos televisados más idiotas tienen tanto éxito es porque expresan adecuadamente la situación de empresa. La fábrica constituía a los individuos en cuerpos, por la doble ventaja del patrón que vigilaba a cada elemento en la masa, y de los sindicatos que movilizaban una masa de resistencia; pero la empresa no cesa de introducir una rivalidad inexplicable como sana emulación, excelente motivación que opone a los individuos entre ellos y atraviesa a cada uno, dividiéndolo en sí mismo. El principio modular del “salario al mérito” no ha dejado de tentar a la propia educación nacional: en efecto, así como la empresa reemplaza a la fábrica, la formación permanente tiende a reemplazar a la escuela, y la evaluación continua al examen. Lo cual constituye el medio más seguro para librar la escuela a la empresa.

En las sociedades de disciplina siempre se estaba empezando de nuevo (de la escuela al cuartel, del cuartel a la fábrica), mientras que en las sociedades de control nunca se termina nada: la empresa, la formación, el servicio son los estados metastables y coexistentes de una misma modulación, como un deformador universal. Kafka, que se instalaba ya en la bisagra entre ambos tipos de sociedad, describió en El Proceso las formas jurídicas más temibles: el sobreseimiento aparente de las sociedades disciplinarias (entre dos encierros), la moratoria ilimitada de las sociedades de control (en variación continua), son dos modos de vida jurídica muy diferentes, y si nuestro derecho está dubitativo, en su propia crisis, es porque estamos dejando uno de ellos para entrar en el otro. Las sociedades disciplinarias tienen dos polos: la firma, que indica el individuo, y el número de matrícula, que indica su posición en una masa. Porque las disciplinas nunca vieron incompatibilidad entre ambos, y porque el poder es al mismo tiempo masificador e individualizador, es decir que constituye en cuerpo a aquellos sobre los que se ejerce, y moldea la individualidad de cada miembro del cuerpo (Foucault veía el origen de esa doble preocupación en el poder pastoral del sacerdote -el rebaño y cada uno de los animales- pero el poder civil se haría, a su vez, “pastor” laico, con otros medios). En las sociedades de control, por el contrario, lo esencial no es ya una firma ni un número, sino una cifra: la cifra es una contraseña, mientras que las sociedades disciplinarias son reglamentadas por consignas (tanto desde el punto de vista de la integración como desde el de la resistencia). El lenguaje numérico del control está hecho de cifras, que marcan el acceso a la información, o el rechazo. Ya no nos encontramos ante el par masa-individuo. Los individuos se han convertido en “dividuos”, y las masas, en muestras, datos, mercados o bancos. Tal vez sea el dinero lo que mejor expresa la diferencia entre las dos sociedades, puesto que la disciplina siempre se remitió a monedas moldeadas que encerraban oro como número patrón, mientras que el control refiere a intercambios flotantes, modulaciones que hacen intervenir como cifra un porcentaje de diferentes monedas de muestra. El viejo topo monetario es el animal de los lugares de encierro, pero la serpiente es el de las sociedades de control. Hemos pasado de un animal a otro, del topo a la serpiente, en el régimen en el que vivimos, pero también en nuestra forma de vivir y en nuestras relaciones con los demás. El hombre de las disciplinas era un productor discontinuo de energía, pero el hombre del control es más bien ondulatorio, en órbita sobre un haz continuo. Por todas partes, el surf ha reemplazado a los viejos deportes.

Es fácil hacer corresponder a cada sociedad distintos tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes sino porque expresan las formas sociales capaces de crearlas y utilizarlas. Las viejas sociedades de soberanía manejaban máquinas simples, palancas, poleas, relojes; pero las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas energéticas, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje; las sociedades de control operan sobre máquinas de tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo peligro pasivo es el ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una evolución tecnológica pero, más profundamente aún, una mutación del capitalismo. Una mutación ya bien conocida, que puede resumirse así: el capitalismo del siglo XIX es de concentración, para la producción, y de propiedad. Erige pues la fábrica en lugar de encierro, siendo el capitalista el dueño de los medios de producción, pero también eventualmente propietario de otros lugares concebidos por analogía (la casa familiar del obrero, la escuela). En cuanto al mercado, es conquistado ya por especialización, ya por colonización, ya por baja de los costos de producción. Pero, en la situación actual, el capitalismo ya no se basa en la producción, que relega frecuentemente a la periferia del tercer mundo, incluso bajo las formas complejas del textil, la metalurgia o el petróleo. Es un capitalismo de superproducción. Ya no compra materias primas y vende productos terminados: compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones. Ya no es un capitalismo para la producción, sino para el producto, es decir para la venta y para el mercado. Así, es esencialmente dispersivo, y la fábrica ha cedido su lugar a la empresa. La familia, la escuela, el ejército, la fábrica ya no son lugares analógicos distintos que convergen hacia un propietario, Estado o potencia privada, sino las figuras cifradas, deformables y transformables, de una misma empresa que sólo tiene administradores. Incluso el arte ha abandonado los lugares cerrados para entrar en los circuitos abiertos de la banca. Las conquistas de mercado se hacen por temas de control y no ya por formación de disciplina, por fijación de cotizaciones más aún que por baja de costos, por transformación del producto más que por especialización de producción. El servicio de venta se ha convertido en el centro o el “alma” de la empresa. Se nos enseña que las empresas tienen un alma, lo cual es sin duda la noticia más terrorífica del mundo. El marketing es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado. Es cierto que el capitalismo ha guardado como constante la extrema miseria de tres cuartas partes de la humanidad: demasiado pobres para la deuda, demasiado numerosos para el encierro: el control no sólo tendrá que enfrentarse con la disipación de las fronteras, sino también con las explosiones de villas-miseria y guetos.

III. Programa

No es necesaria la ciencia ficción para concebir un mecanismo de control que señale a cada instante la posición de un elemento en un lugar abierto, animal en una reserva, hombre en una empresa (collar electrónico). Félix Guattari imaginaba una ciudad en la que cada uno podía salir de su departamento, su calle, su barrio, gracias a su tarjeta electrónica (dividual) que abría tal o cual barrera; pero también la tarjeta podía no ser aceptada tal día, o entre determinadas horas: lo que importa no es la barrera, sino el ordenador que señala la posición de cada uno, lícita o ilícita, y opera una modulación universal.

El estudio socio-técnico de los mecanismos de control, captados en su aurora, debería ser categorial y describir lo que está instalándose en vez de los espacios de encierro disciplinarios, cuya crisis todos anuncian. Puede ser que viejos medios, tomados de las sociedades de soberanía, vuelvan a la escena, pero con las adaptaciones necesarias. Lo que importa es que estamos al principio de algo. En el régimen de prisiones: la búsqueda de penas de “sustitución”, al menos para la pequeña delincuencia, y la utilización de collares electrónicos que imponen al condenado la obligación de quedarse en su casa a determinadas horas. En el régimen de las escuelas: las formas de evaluación continua, y la acción de la formación permanente sobre la escuela, el abandono concomitante de toda investigación en la Universidad, la introducción de la “empresa” en todos los niveles de escolaridad. En el régimen de los hospitales: la nueva medicina “sin médico ni enfermo” que diferencia a los enfermos potenciales y las personas de riesgo, que no muestra, como se suele decir, un progreso hacia la individualización, sino que sustituye el cuerpo individual o numérico por la cifra de una materia “dividual” que debe ser controlada. En el régimen de la empresa: los nuevos tratamientos del dinero, los productos y los hombres, que ya no pasan por la vieja forma-fábrica. Son ejemplos bastante ligeros, pero que permitirían comprender mejor lo que se entiende por crisis de las instituciones, es decir la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de dominación. Una de las preguntas más importantes concierne a la ineptitud de los sindicatos: vinculados durante toda su historia a la lucha contra las disciplinas o en los lugares de encierro (¿podrán adaptarse o dejarán su lugar a nuevas formas de resistencia contra las sociedades de control?). ¿Podemos desde ya captar los esbozos de esas formas futuras, capaces de atacar las maravillas del marketing? Muchos jóvenes reclaman extrañamente ser “motivados”, piden más cursos, más formación permanente: a ellos corresponde descubrir para qué se los usa, como sus mayores descubrieron no sin esfuerzo la finalidad de las disciplinas. Los anillos de una serpiente son aún más complicados que los agujeros de una topera.

Traducción: Martín Caparrós

Bueno, voy a probar este lugar como "scrapbook" de cosas que encuentro por allí y que pueden estar relacionadas con el tema